domingo, 1 de febrero de 2009

Curiosidades sobre Margarita Pavón



  • Hizo el papel de monja en el filme hondureño del director Hispano Durón "Anita la cazadora de insectos".

  • El director de teatro Jaime Olmedo Crespo actualmente dirige la obra Juan la loca de Carlos Velis, está basada en la vida de Margarita Pavón. Ha sido presentada en Sudamérica y actualmente en México.

  • En una entrevista publicada por diario La Tribuna saca un anuncio clasificado: "Cuando me asaltaron hace unos cinco años me robaron, entre otras cosas, un libro, “comics” sobre la vida de cuatro poetisas del mundo, entre ellas Juana La Loca, editado en España. Ruego a los “amigos de lo ajeno” me lo devuelvan, porque para mi tiene un gran significado. Pueden entregarlo, sin pregunta alguna, en la librería Cervantes, en la Guaymuras o en el New Bar, o Tito Aguacate.Gracias de todo corazón."

Aventura con Francisco Morazán




Eran las doce del mediodí­a y Juana estaba sentada comodamente sobre el anca del caballo de Francisco Morazán, abrazada a la estatua y envuelta en los humos de la crápula nocturna recien pasada.
La gente se arremolinaba riendo, gozando, burlándose, al pie de lo que, sin embargo, consideraba un símbolo de la patria mancillado por “esa loca”. En eso llegó un humilde policía que cargaba una carabina 7mm (de las que tenía el ejército hondureño cuando hizo una guerra contra los fusiles G3 de la Guardia Nacional salvadoreña, en 1969).
Por supuesto que conocí­a a Juana -quién no-; así que, con voz suave, la conminó: "Por favor, doña loca, bájese del caballo de mi general".
“Te iba a decir que te bajaras vos, pero ya no podés bajarte más, enano hijueputa”. Contestó Juana. La multitud aumentaba; las risas y las burlas, ahora trasladadas contra el representante de la ley y el orden, se oían hasta en Comayagua. El espectáculo continuó, con los tres personajes (la estatua cuenta, como veremos) durante casi media hora, hasta que el agente perdió completamente la paciencia y, apuntándole con su fusil, le gritó: "¡Te digo que te bajés, loca cabrona!".
Hubo un silencio que sólo podía ser cortado por los casi inaudibles chillidos de los vampiros de la catedral. Los cuervos ‘clarineros’ levantaron vuelo en bandada repentina. Toda la plaza -lustradores, vendedores, paseantes, predicadores, prostitutas encubiertas, curiosos, políticos de banca, chicas exhibicionistas, ladrones , estudiantes, holgazanes, desempleados-, en el centro de Tegucigalpa, capital de Honduras, Mesoamérica, se quedó en pose de teatro congelada.
Juana miró primero al chafita, después a la multitud y por último a la estatua ecuestre del general Francisco Morazán a cuya espalda estaba pegada.
Acercó su boca a la oreja de mármol y lo que dijo fue escuchado perfectamente hasta por el más alejado de los parroquianos:
"Mi general, aunque te digan ‘loca cabrona’, ¡no te bajés!"


EDUARDO BÄHR

Poemas de Juana la Loca

Juana Pavón tiene sólo una obra publicada (Yo soy esa sujeto, 1994), esto gracias a sus amigas y al apoyo del gobierno de Holanda, a pesar de que le han publicado poemas en Centroamérica, Estados Unidos y Europa.

Aqui dos de sus poemas:










Diluvio

Después
de haber yo muerto
abrí mis ojos incorporándome
salté de la cama
dirigiéndome al baño
me aseé
como nunca lo había hecho en mi vida
reflejé mi cuerpo al espejo
y me despedí de mí misma
comencé a recordar
a los seres que más amo
de repente
un diluvio saltó de mis ojos
borbotones de agua
incontenibles
el baño
el lavabo
el inodoro
rebasaron
quise dejar de llorar
pero esas tormentas oculares
no se detenían
incontenibles
no cesaban de brotar
se inundó el barrio todo
casas totalmente cubiertas
ahogó a toda una ciudad
yo muerta aún
paralizada de pánico
veía aterrorizada
la muerte de muchos conocidos
el agua llegaba a mi cuello
y yo sin saber nadar
me dispuse a flotar… flotar
volví a mi cama
me tendí en ella
y me dije:
es la hora de mi entierro
volví a llorar
a reír/llorar
y aún espero
que alguien venga
por mi cadáver
a sembrar mi cuerpo
para comenzar otra fiesta de locura


Tegucigalpa
Tegucigalpa de barro y humo
fauna humana enloquecida
Tegucigalpa sin canteras
de misteriosas canteras
y de balcones sin flores
puentes de ida y vuelta
al más allá de lo inevitable
con sus remedos de ríos
que apenas ruedan al mar
Tegucigalpa marginada y rota
Tegucigalpa de privilegios
contraste de mis contrastes
depósito de miseria y lágrimas
arrastrando mi tristeza
es esas calles ya conocidas
mil y mil veces recorridas
capital de la ignominia
de la estúpida política
capital de mis enredos
del amor y el desamor
Tegucigalpa conmigo
Tegucigalpa contigo
ciudad mía pero ajena
ciudad de nadie pero amada
dejaste cicatrices
en un cuerpo otrora hermoso
otrora limpio
ahora viejo
cuando te adopté conmigo
fue tu prioridad
atrapar mis pies vagabundos
cortar mis alas
y transformar mi vivir intenso
en esta loca sedentaria
sola solita sola
pero no cortaste mis manos
para escribirte
para cantarte Tegucigalpa de noche y día
cómo me dueles toda
mi canto
eterno lamento
por esas horas
sola y perdida
¡ay! Tegucigalpa
de mis amores
de mis sueños
de mis ideales y penas
de los estancos unidos
de la siempre ciudad mía
Tegucigalpa
implacable conmigo
sin respetar ni perdonar mi juventud
envejeces pero aquí conmigo
aquí loca y leal
cloaca testigo de mis tragedias
así sucia o limpia
bonita o fea
grande o pequeña
me iluminas
aunque hagas tristes mis días
y yo aquí amándote
odiándote
emborrachándome
pelear con todos
vivir aquí me obliga a algo
a vociferar llorando
a amar odiando
a subsistir
¡ay! Tegucigalpa de mis amores











> MI HOMBRE IDEAL

Preferiría
que mi hombre tuviera por nombre
Fernando, Felipe o Federico
con la F de felicidad no forzada
con esa letra de fidelidad
y no de futuro precisamente
no me importaría el color de sus ojos
ya fuesen verdes, negros o azules
que brillaran para mí
que su mirada me penetrara toda
que fuera más alto y más grande que yo
que no fuera gordo ni estúpido
que odie el foot-ball
y la política vernácula
No me importaría
que fuera bien donado o mal donado
que fuera encantador y generoso
me agradaría que mi hombre
se bañara una vez al día
y tres veces diarias
si viviera en Choluteca
Estaría orgullosa de que mi hombre tuviera
las manos grandes y limpias
que su pasión
fueran la música, el cine
el guaro y los libros.
No permitiría
que le mirase las nalgas
a otra mujer
y mucho menos a otro hombre
Me gustaría
que se levante temprano a cocinar
y que enseguida lave los platos
que no ronque
ni que aviente aires
cuando duerme conmigo
que sepa leer y escribir
que no piense en su madre
cada vez que le doy de mamar
que me mire directamente a los ojos
que no me mienta
¡que no me grite!
que no sea chismoso
como sus amigos
que me eleve a más de cinco orgasmos
que trabaje
que platique conmigo
que me ponga atención
cuando estoy hastiada a todo
que no me compare con nadie
que recuerde que soy única
que no le importe mi ciclo menstrual
y que tenga siempre en mente
que sigo siendo mujer
aún con mi menopausia
Que no entre en contrariedades
cuando le descubro un condón
en su mesa de trabajo
que asista a la catedral
de vez en cuando
no para orar
sino para pedirle perdón al Altísimo
por todo lo injusto
y grosero que ha sido conmigo.
Que analice, que razone
que piense que todavía existo
No me gustaría que mi hombre
fuera periodista, diputado ni cobarde
que me diga de vez en cuando
viéndolo bien, no sos tan fea
tenés unas manos bellas
y sentirlo tierno y amoroso
cuando reposa sus manos en mi pecho
que me deje soñar y sentir
que me deje ser libre
para amar a un Carlos
a un Roberto a un gato
que me respete
como yo lo respetaría
que comprenda
que la culminación del amor
es todo eso
Quiero que mi hombre
no critique mis ansias de fumar y beber
que no me recuerde al día siguiente
después de una borrachera
las cagadales que hice
que me devuelva los veinte lempiras
que le presté ayer
¡que no me joda!
que cante en el baño
sin gastar tanta agua
que duerma desnudo
si no está en San Marcos de Colón
que ame a todas las mujeres
que no sea soberbio
petulante o mentecato
que no meta las nalgas
cada vez que está bravo
que no le miente la madre
a mi madre muerta
que no vea el reloj
cada vez que quiero
decirle algo importante
que se dé cuanta que me gusta más
verlo vestido de jeans y tenis
a lo gringo
que con ese saco y esa corbata
Que sea el primero en aplaudir
cuando interpreto el poema
que a él más le gusta
y que aplauda más fuerte
cuando sea testigo
de una acción mía
digna y valiente.
Me gustaría que mi hombre
tuviera un lunar en el pecho
y no en la espalda
que diga
son las tres y quince exactos
y no en la espalda
que diga
son las tres y quince exactos
y no 316
que se transforme
en un gladiador
de músculos y coraje
para defenderme
de los cobardes
que se atrevan a golpearme
que no me diga
que le gusta más el color del cielo
sabiendo que su jardín
está sembrado de rosas rojas
que le guste mi poesía pura
sin metáforas incoherentes
sin frases rebuscadas
ni sintaxis estúpidas
Que lo que más le agrade
sea lo que yo siento
y que no se le ocurra nunca
humillarme y despreciarme
Yo quiero un hombre así
que sea bueno, honesto
tierno, inteligente, viril,
amoroso...
y que trabaje
de todo esto y aquello
Quiero que mi hombre
tenga en cuenta
que cuando estamos juntos
él es el hombre
y yo la mujer.






Más allá de su tiempo, como Juana I de Castilla, Margarita Velásquez Pavón es apodada Juana la Loca. Dice que siempre fue loca, que no fue mujer corriente, que su locura no es mental y que ser cuerdo es abuirrido.

Nació el 20 de Julio de 1945 en San Marcos de Colón, Choluteca. Sus padres se fueron a trabajar a San Marcos de Colón donde ella nació. Ellos no eran de ahí. Su papá era un maestro de Tegucigalpa. Cuando comenzó a trabajar en una compañía estadounidense que estaba construyendo la Carretera Panamericana, su mamá salió embarazada. Pero él era alcohólico y cuando le pagaban se iba a beber semanas y meses.En una de esas idas a beber, su mamá la dio a luz y se murió en el parto, porque le faltaban tres meses para cumplir quince años. Su papá llegó al mes a verla a la clínica. Le dijeron que su mujer había muerto y que tenía una niña. Él se puso a beber y a beber y la fue a reclamar, pero el doctor le dijo que borracho no la podía entregar. Él se regresó a Tegucigalpa y se murió poco después, de una intoxicación.


El doctor Mata, quien la vió nacer, la adoptó. Pero ese era el tiempo de la lucha política, y el doctor Mata, que era liberal, tuvo que salir exiliado en la época de Tiburcio Carías. Se comenzaron rumores de que Margarita era hija del doctor y su esposa se molestaba. Así que antes de salir exiliados, cuando ella tenía dos años, la llevaron a un hospicio de Tegucigalpa. Cuando regresó, ella tenía 13 años y la fue a internar a un colegio de monjas. En eso empezó su tragedia: el doctor Mata murió y ella agarró la calle. Se iba a los bares con sus amigos y no tenía donde vivir. Sus amigas de buenas costumbres la señalaban y le decían que era puta… pero ella seguía siendo virgen. Claro que le coqueteaba a los hombres y se ponía unas grandes borracheras.

La primera vez que tuvo sexo fue la experiencia más espantosa porque fue violada, fue un piloto-fumigador-algodonero salvadoreño. Más adelante salió embarazada y estaba en la calle completamente. Se acoastaba con hombres para que la dejaran con su hijo en el hotel. Ese era el pago. Aunque ella sabía que estaba destruyendo su vida y la de mis niños. A los 30 años tuvo un hijo de un sacerdote, el cual sugería que lo abortara. Ella jamás tomó esto en consideración. Puso a sus hijos en adopción. Esto le causa mucha pena.

Es una mujer católica y escribió un poema llamado "Dios ya la caga" lo hizo pensando en una vez que un obispo le dijo que los momentos dificiles de la vida eran pruebas. Juana respondió "Pero no, Dios ya la caga, me está probando desde que era niña. Y no lo digo como irreverencia, lo digo como un reclamo a un amigo."

Ama la poesía y entre sus poetizas preferidas están Amanda Castro y Clementina Suárez. Dice que muchos son los poetas, pero que también son muchos los malos
Entre los premios que ha recibido están unos 10 homenajes y un premio Extra.